Torrijas de naranjas Ché, un original postre
¿Te encantan las torrijas pero te gustaría sorprender a los tuyos con un sabor original? No te pierdas, esta receta de torrijas de naranja
La llegada de la primavera es saludada por un postre excepcional, las torrijas. Su antigüedad es evidente, lo indican los propios ingredientes, tan comunes, tan unidos a la humanidad des de sus albores. Su origen podría ser judío, la prueba es que van unidas a la Pascua, como alimento muy consistente, cuya elaboración se puede adelantar y tener una comida para cuando no se puede cocinar. Por si fuera poco, añejas, sefarditas, pero portadoras de un principio de ayer y de mañana: el reciclaje, el reaprovechamiento incluso de los alimentos.
Cada año, protagonistas de las mesas, el dulce típico que regresa del subconsciente colectivo, retornándonos unos sabores ancestrales.
Pero, las torrijas también aceptan la renovación ¿Habéis imaginado torrijas de naranja? Si, pero de las mejores naranjas ecológicas. Veamos cómo elaborar esta receta de torrijas de naranja:
Ingredientes:
-10 rebanadas de pan duro del día anterior.
-150 ml de zumo de naranja ecológica (pruébala haciendo click aquí)
-La ralladura de media naranja.
-125 gramos de azúcar de caña
-2 cucharadas de miel
-1 vaso de leche entera
-2 huevos
-20 Cl. de Tarongino de clementina (pruébalo haciendo click aquí)
Preparación:
- Exprimir las naranjas, pelarlas y poner la cáscara a hervir 8 minutos
- En un cazo mezclamos el azúcar, la mitad del zumo, medio vaso de leche, 1 huevo, la miel, las cáscaras y ralladura de naranja, y removemos bien hasta que quede uniforme.
- Ponemos al fuego, moviéndolo con las varillas hasta concentrarlo.
- Este caldo lo vertemos en una fuente honda, añadiéndole medio vaso de leche y el Tarongino y remojamos bien las rebanadas de pan hasta empaparlas bien. Este almíbar se condensa más a fuego lento para impregnar después las torrijas, al comerlas.
- Batir un huevo y rebozar las rebanadas.
- Con aceite de oliva refinado, en una sartén, freímos las rebanadas de pan. Y, cuando se doren, las secaremos sobre papel de cocina.
Y, ya a consumirlas o como postre, después de las comidas, o como una especial merienda. Eso, si, en los dos caso, acompañándose de una copa de Tarongino de mandarina.
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